Ingredientes funcionales, protagonistas de la innovación alimentaria
Los ingredientes funcionales son los verdaderos protagonistas de la innovación alimentaria y los arquitectos que hacen posible la construcción de alimentos con propiedades saludables. ¿Por qué? Además de contribuir a una buena alimentación, proporcionan también nutrientes y otras sustancias con propiedades saludables, que favorecen el bienestar y la salud de los consumidores. En estos momentos, ya se sobrepasan las 260 declaraciones saludables permitidas.
En base al Reglamento (CE)1924/2006, los ingredientes funcionales son aquellas sustancias que contribuyen a unas dosis dadas, en unas condiciones de uso determinadas y en unos alimentos específicos a impartir unos tipos de efectos saludables: efectos de tipo fisiológico; efectos saludables aportados por "nueva ciencia"; reducción de riesgos de padecimiento de determinadas patologías; y mejoras en el desarrollo y salud de los niños.
Impacto comercial positivo
A los efectos saludables proporcionados por los ingredientes y los alimentos funcionales, hay que añadir el gran éxito económico que han alcanzado, con un crecimiento sostenido del 10-15% en las ventas de este tipo de productos. Ello ha animado a muchísimas empresas alimentarias a implantar de manera decidida y entusiasta políticas de I+D+i, con una mayor incidencia en la innovación tecnológica alimentaria para consolidar sus resultados económico-comerciales.
Lo anterior no tan sólo ha supuesto una mejora de resultados de los ingredientes y alimentos funcionales en España, sino también en la Unión Europea y sobretodo en mercados que emergen con fuerza, tales como: Europa del Este, África, Países Árabes, India, Japón, China, Rusia, USA y Países Latinoamericanos.
Fortalezas
Los prototipos de alimentos funcionales alimentan y aportan un valor añadido por sus propiedades saludables en forma de nutrientes (vitaminas y minerales) y otras sustancias nuevas, con efectos muy beneficiosos para la salud gastrointestinal, el envejecimiento celular, la mejora de las enfermedades cardiovasculares, la protección de salud de la piel, del cabello, del tejido óseo, la evitación de la formación de radicales libres, la reducción del apetito y un sin fin más de efectos saludables para los consumidores.
Estas fortalezas son las responsables del crecimiento y la expansión del sector de funcionales y, lo cierto, es que hoy por hoy no se adivina a un techo de ventas de este tipo de alimentos nutracéuticos o cosmecéuticos, o como se les quiera denominar.
Alta aceptación
Fundamentalmente, los ingredientes y alimentos funcionales deben su atractivo y éxito a la presencia de cierto tipo de moléculas químicas, que debido a su naturaleza y propiedades, pueden proporcionar efectos saludables a ciertas dosis y condiciones de uso, consumidos de forma regular durante un cierto período de tiempo. Recordemos que sólo un consumo regular de los ingredientes y/o alimentos funcionales puede impartir los efectos beneficiosos por el organismo humano.
El número de ingredientes funcionales que se ponen en el mercado va en aumento de una manera imparable, siendo clave del éxito, que las propiedades saludables seleccionadas para la propia sustancia y el alimento en el que se aplica, sean las más innovadoras y beneficiosas posibles. Lo óptimo es añadir a los alimentos, ingredientes funcionales que posean varios efectos saludables, lo que se llama, polifuncionalidad.
A lo anterior sin duda contribuye adicionalmente una campaña publicitaria bien orientada, veraz, moderna, transparente, penetrante, convincente, imaginativa…, capaz de fidelizar al consumidor, contando además con envases atractivos, originales, novedosos, ayudados en el etiquetado por frases, gráficos y lemas publicitarios impactantes e innovadores.
